A una niäna le gusta un niäno, pero el niäno no se fija en ella, no la mira. ÅQuâe hacer? Sus amigos le aconsejan de todo: que se quite las coletas, las gafas, la sonrisa, las pecas, las alas, que no sea tan parlanchina. El niäno por fin se ha fijado en ella, pero, con tanto quitar, hasta se han ido los pâajaros de su cabeza. Y la niäna se da cuenta de que ya no es ella y decide recuperar sus coletas, sus gafas, su sonrisa, sus pecas, sus alas, sus palabras...