Mary Higgins Clark combina un escándalo financiero con una historia de engaño y traición en esta apasionante novela escrita con la legendaria y escalofriante habilidad que la ha convertido en la reina del suspense.
Ayudante de una reputada interiorista y madre de una niña de cuatro años, Lane Harmon está acostumbrada a entrar en casas de ensueño. Optimista de nacimiento, a Lane le resulta fascinante el mero hecho de poder echar un vistazo a estos mundos tan ajenos al suyo y disfruta con la recompensa de sobrepasar las expectativas de sus exigentes clientes. Cuando su jefa le encarga la redecoración de una modesta finca sabe que es algo inusual. Pronto descubre que la casa pertenece a la mujer de un financiero de mala reputación y caído en desgracia llamado Parker Bennett.
Bennett desapareció dos años atrás mientras navegada en su velero por el Caribe, justo antes de que saliera a la luz que los fondos que gestionaba se habían esfumado. ¿Fue un suicidio o había tramado su desaparición?
Lane queda conmovida tras conocer a la señora Bennett, calmada y aparentemente convencida sobre la honradez de su marido, y al hijo, Eric, decidido a probar la inocencia de su padre. Lo que Lane no sabe es que cuanto más se acerca a los Bennett más pone en riesgo su vida y la de su hija.
Reseña:
«Una novela fantástica. Mary Higgins Clark mantiene fascinados a sus lectores.»
Publishers Weekly ENGLISH DESCRIPTIONA headline-making finance scandal and a breathtaking tale of deception collide in #1 New York Times bestselling author Mary Higgins Clark’s finest thriller yet.As the sole assistant to a famous upscale interior designer, Lane Harmon is accustomed to visiting opulent homes. So her latest job at a modest New Jersey townhouse is unusual. Then she learns the home belongs to the wife of disgraced finance magnate Parker Bennett, who vanished two years earlier, along with the five billion dollar hedge fund he managed.The debate over whether Bennett was suicidal or staged his disappearance still continues. Both his clients and the federal government want to trace the money and find him. But Lane is surprisingly moved by Mrs. Bennett’s steadfast faith in her husband’s innocence. Gradually, Lane is also drawn to the Bennetts’ son, Mark, who is equally determined to prove his father is not guilty. What she doesn’t realize is the closer she gets to the notorious family, the more her life—and that of her five-year-old daughter—is in jeopardy.