Estas cinco obras fueron escritas y escenificadas para mis alumnos de Actuación Teatral y Canto Lírico. A partir de sus miedos, de sus penas, esperanzas e ilusiones, fueron surgiendo mundos mágicos, aparentemente muy lejanos a la vida cotidiana. Nadie sabía muy bien lo que cada una de estas historias pretendía decir. Pero intuimos que guardaban algún secreto vivo y poderoso. Y con la inocencia ¿ ¡y la inconsciencia! ¿ de nuestro arte, dejamos que los sueños se encarnen libremente por sí mismos, y que cada espectador aproveche lo que le pida su corazón. Y que el resto sea puro canto, baile y fantasía.