El interés por la información científica y técnica surgió en los años 50, en el contexto de la Guerra Fría, cuando se produjo un crecimiento muy fuerte debido en gran parte a la investigación científica. Sin embargo, se observó que la investigación sólo podía evolucionar y alcanzar todos sus objetivos si se apoyaba en un sistema de información eficaz. En este contexto se desarrolló el concepto de información científica y técnica, que surgió como una disciplina de acceso y organización del conocimiento. Ello condujo a la aplicación de métodos y herramientas, incluido un sistema de normalización, necesarios para la circulación y el intercambio de información. El paso a la tecnología totalmente digital ha planteado nuevas exigencias a los profesionales de las TSI. Se les pide que apoyen a los usuarios en su búsqueda de información pertinente, en un entorno en el que, paradójicamente con la proliferación de datos, localizar la información pertinente es cada vez más complejo. Esto es lo que está en juego en las TSI como disciplina de acceso al conocimiento.